Es entones que siento tu ausencia, cada día
y recuerdo cada segundo embebido de sensualidad y mágica lujuria...
y recuerdo cada segundo embebido de sensualidad y mágica lujuria...
Y un año entero nos sucede, transportándome al instante preciso de aquel comienzo lleno de nuevas caricias y antiguos recuerdos...
Y ahí llenaste con pasión mis ansias, deseos, antojos y locura con esa mirada intensa que calo mis huesos y convirtió mi fiereza en un inesperado rubor asomado en mis mejillas... timidez que desconocía... convertida, otra vez, en aquella niña llena de candor y carente de destreza...
Y hoy, mujer en cuerpo con alma de niña esperando reconocerte en mi vida...
Y recorrimos todo un año, un año entero, colmados con todo ese deseo... las ansias de poseerte y saborear tu nombre... mirando el fuego de tu mirada mientras la mía volaba hasta lo mas profundo de tu alma... le petit mort... morir infinitas veces diciendo tu nombre y sintiendo tu piel envuelta con mi piel...
Reconocer tus labios en los mios y la turgencia de mi pecho tan solo con el recuerdo... Espasmos y gemidos nunca más ocultos... de saber que fuimos niños en cuerpos carentes de vivencias, anhelando el instante preciso de ser tan solo uno, fundidos en un solo ser... el sudor recorrer cada milímetro de nuestra piel... que hoy me hace recordarte una, otra y otra vez...
Eres tu en mi recuerdo, eres tu en mis sentidos, eres el aroma que evoca mi memoria, el de tu piel, de tu sabor y de tu cuerpo... dueño de mis temblores... de mis besos... de mi deseo...
Dueño de mi alma, de mi mente y de mi cuerpo...
Como si nunca hubiera pasado el tiempo...