Cuando te conocí me preguntaba qué tipo de crueldad te hizo tan amable
¿A qué tipo de presión te sometieron que lograste tanto y te esforzaste tanto por ser perfect@? ¿Cuántas batallas tuviste que pelear y cuántos demonios tuviste que matar antes de darte cuenta de que tenías que ser tu propio héroe en lugar de esperar a que alguien te salve?
Me preguntaba quién trató de derribarte para que te volvieras tan fuerte y estés dispuesto a no solo levantarte a ti mismo sino también a los demás. Me preguntaba qué tipo de aislamiento y soledad enfrentaste para aprender exactamente cómo leer a las personas y saber exactamente qué decir, porque tienes una forma de ver a través de cada máscara que la gente pone.
Me preguntaba cómo te volviste tan bueno para manejarte con personas complicadas de la forma en que lo haces. Me preguntaba cuántas veces te defraudaron los demás para convertirte en el tipo de persona en la que cualquiera puede confiar; sin vacilación ni duda estarías allí para ellos. Me preguntaba qué tipos de carencias afectivas y cuánto sufrimiento soportaste para aprender a amar tan profundamente como lo haces, pero más que nada me pregunté qué pensabas de tí a altas horas de la noche cuando descansabas.
Me preguntaba qué tipo de cosas pasan por tu mente cuando ves tu reflejo, las personas más hermosas nunca se ven a sí mismas por lo que realmente son. Para mí, esa es la mayor tragedia, porque si te vieras como yo te veo, serías invencible.
