jueves, 16 de junio de 2011

Divagando por el Ciberespacio



Que extraño hechizo es el que me seduce?
Divago en el ciberespacio, cuando nunca fui adicta a la tecnología. Pero esta ahí y puede utilizarse. Pero no me atrae más que otras cosas, salvo por una razón... sigo aquí, insistente, tenaz, esperando, pues cabe la posibilidad de que por unos minutos podamos establecer contacto. Pendiente de si estás bien o estás mal. Curiosa. Feliz. Ansiosa. Pensona, aquí.
Mis días tienen otra senda. Ya no giran más a la deriva existencial.
Qué extraña influencia has ejercido sobre mí ?
En un instante inolvidable, mágico y único, todo mi mundo cambio radicalmente. Y vamos navegando la vida sin mirar hacia el futuro y sin mirar hacia el pasado. El instante exacto del aquí y ahora se ha hecho nuestro dueño, haciendo que lo demás no tenga importancia... Ni la historia, ni la fantasía nos influyen. Quizás para dejarnos solos y desnudos de cuerpo y alma, el uno ante el otro, libres del tiempo.
Por momentos hubiese querido entrar mucho antes a tu camino. Por momentos, hubiese querido apretar un botón y cambiar todas las cosas. Pero vamos aceptando las cosas como son. Instante a instante, día a día.
Como quisiera caminar tomada de tu mano, en este sin fin de preguntas sin respuestas. Como quisiera que no hubiera sueños imposibles. Como quisiera dar vuelta la hoja y escribir el más hermoso capitulo. En lugar de oprimirme en la calma que no es mi naturaleza y que es lo que se ha dado.
En algún punto del camino percibo esa disyuntiva, aquella alternativa que nos llevará hacia otro lugar. Y sea como sea será un cambio para el que no sabemos si estamos preparados. Nuestra ruta no está libre de inconvenientes, aunque se hace el esfuerzo por evitarlos.
Hoy nos besamos. Hoy nos miramos a los ojos. Hoy fuimos solo tu y yo. Hoy me diste un instante de compasión y moviste áreas de mi que volvían a adormecerse. Hoy nos hemos abrazado como si fuera la primera vez. Acaso porque en silencio reconocemos que nos sabemos? Porque ya no hay pasado ni destino cierto. Y que solamente nos tenemos el uno al otro en el momento preciso. Como si necesitaramos algo mas. Realmente lo necesitamos?
Y entonces, prefiero dejar de hacer Run Run. Y sigo sentada tras la pantalla de mi computador. Esperando ver una señal. Una sonrisa. Un buenos días. Un beso... o dos... para así volver de los sueños a la realidad. Y sonreír.
Que extraño imán es el que me atrae, de ti?
Que fuerza tan inmensa es esta, que ha vencido mi sentimiento y mi voluntad?
Y solo una idea ronda mi cabeza. Nada más me pregunto, cuando vendrás a nuestro mundo... ese que es solo de tu y yo...? Donde puedo dejar de soñar y puedo sentir tu aroma, tu voz y tu piel... y puedo vivir el aqui y ahora donde solo eres conmigo... y yo soy contigo... un tecito y la vie...


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