2464. Paso por Angol y Collipulli y me preparo para beber del aire
la esperanza.
2465. Esta gente, de vida provinciana, es mi gente y, pensándolo
bien, cada uno que pasa soy yo mismo, caminando estas calles tranquilas y
sencillas.
2466. El canto se va haciendo de palabra en palabra y la quietud
de la plaza, de este Angol que es apenas un puntito en el mapa de la tierra,
contribuye a que yo sea de árbol y hoja verde.
2467. Hace frío en Collipulli y un policía me abraza, cariñoso.
2468. Nada dijo el Alcalde porque yo estuve allí.
2469. No dijo nada.
NO PASO.
2470. No paso por LOS MUERMOS. No paso por LONGAVÍ No paso por
TIERRA AMARILLA. No paso por SAN FERNANDO. No paso por muchos lugares de la
Patria.
2471. La lista sería larga si anotara las sitios donde se ha
prohibido que yo cante.
2472. (Yo diría que demasiado larga).
2473. Los Alcaldes me deciden peligroso y me quieren lejos de sus
ciudades.
2474. Uno llegó al extremo de prohibirme el paso y no pude llegar,
hasta el pueblo siguiente, donde me esperaban los niños de una escuela para
cantar conmigo y juntar el dinero necesario para comprar los vidrios de las
salas de clases que el gobierno no repone porque una vez los puso y no entiende
que los vidrios se rompen y que los que figuran en sus preciosas estadísticas
dejaron de existir hace bastante tiempo.
2475. Me censuran definitivamente en la televisión. Mis ingresos
disminuyen. Yo levanto la frente y me niego a sucumbir.
2476. Soy un "ciudadano" y exijo mis Derechos.
(Descubro, entonces, que no tengo ninguno).
2477. Todos los Derechos civiles han sido "borrados" de
las leyes. Y los que no lo han sido pasan desapercibidos, para los jueces y
abogados, por una suerte extraña de miopía súbita.
2478. No hay a quien recurrir. ¿No lo hay?
(Continuará...)
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