Esa noche quería
que tus manos
dibujaran en mi espalda
las emociones que sentieras
cuando me contemplaras...
Que quemaras mi boca
con tus dulces besos,
y que ataras mi cintura
con el enlace de tu cuerpo.
Sentirte semilla en mi ser,
y saborear esos sueños
que dan sed.
Deseaba una luna sólo nuestra,
y ser dueña
del tiempo que quisiera.
Y llego el momento anhelado
donde me fundí en tu aroma,
me perdí en tus ojos profundos
en el momento justo...
para decir aquello,
irrepetible que guardara el tiempo,
cuando llegaba al cielo
mientras se desvanecía mi cuerpo...
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