lunes, 1 de septiembre de 2014

EL FIN Y EL MEDIO

          El hombre no debe confundir el medio con el fin.
        Al comienzo lo tiene claro porque el fin que persigue no parece estar tan lejos y es fácilmente definible.
           Entonces utiliza herramientas (físicas o no) como medio para alcanzar este fin.
           El problema comienza a medida que va trabajando y el fin continúa estando a la misma distancia ( o incluso más lejos).
           Entonces el hombre se pregunta si acaso los medios que está utilizando no son los correctos o si el anhelado fin es imposible de alcanzar.
           Los que piensan lo segundo abandonan la tarea, que emprendieron con tanto entusiasmo alguna vez, y se enfrascan en la persecución de otro fin.
           Los que piensan lo primero cambian de herramientas (después de un concienzudo estudio de la situación) y continúan laborando por la senda que ya se habían trazado.
           Ni el uno ni el otro consiguen su propósito. El único que lo consigue, tarde o temprano, es aquel que continuó trabajando en pos de su objetivo hasta llegar a él con las mismas herramientas con las que comenzó.
           Pero este hombre es muy escaso y generalmente resulta extraño e incomprensible para el resto, que sólo ve las dos posibilidades que anteriormente mencioné.
           En realidad el hombre, de tanto cambiar las herramientas, de tanto ir en una dirección y en otra, termina por creer que logró su objetivo y no se da cuenta que se ha perdido entre la maraña de cosas que ha estado utilizando para conseguir llegar al fin.
           Entonces es cuando cree que ya llegó y confunde el fin con el medio en donde está empantanado.
           Por eso fracasa.
           “La gota de agua que horada la piedra es siempre la misma porque la piedra es la misma”.
           El medio para lograr un fin no es el fin, es el medio. Quien mantiene siempre a la vista el fin que persigue llegará a él tarde o temprano.
           Sin embargo la ilusión de los atajos comúnmente se impone y el hombre termina caminando, ciego, directamente hacia el abismo.
           El fin no es ilusión y el medio para lograrlo tampoco es ilusión.
           El caminar del hombre hacia el propósito original, mientras este se mantenga sin variación, tampoco es ilusión.
           Los cantos de sirena, prometedores de mil placeres, y el camino fácil, apartarán al hombre de la senda y este no logrará su objetivo.
           Todo aquel que no persevere en una idea no podrá concretarla y todo aquel que haga el trabajo de la gota de agua, en la piedra, tendrá su recompensa.
           Siempre hay un medio utilizable para llegar al fin, pero es sólo un medio y el fin es lo que importa.

           Quien pierda de vista el fin se perderá en el medio y nada conseguirá.

"EL VUELO DEL PENSAMIENTO"
(T.F.)

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