jueves, 7 de mayo de 2015

EL EXILIO.


2547. Mil novecientos setenta y nueve. Subo al escenario en LÜND, Suecia. Cuatrocientos chilenos se ponen de pié y me aplauden. Una niña, pequeña, me arroja una flor. Una lágrima rueda por una mejilla. Otra lágrima, en otra mejilla, otra y otra. Una lágrima asoma de mis ojos y no puedo cantar.

2548. Allí estamos. Frente a frente. Hace seis años que esa gente no ve a un artista chileno ni lo escucha de cerca. Hace seis años que yo no los veo ni les canto.

2549. Levanto mi voz y durante tres horas canto todas las canciones que puedo recordar.

2550. Me voy de allí lleno de besos cariñosos, húmedos de lágrimas, de abrazos apretados y un "Gracias Compañero" que se repetirán por casi seis meses en Europa. Canadá. México y Estados Unidos.

2551. Subo al escenario del O’lympia, en París, y la platea es una gigantesca bandera chilena que no olvidaré nunca.

2552. Mil Novecientos Ochenta y Uno. En Montreal un coro de niños, hijos de chilenos, interrumpe mi Concierto y me canta: "Caballito blanco llévame de aquí, llévame a mi tierra donde yo nací".

2553. En Estocolmo me enamoro de tristeza y descubro que tampoco tengo Patria.

2554. Mil Novecientos Ochenta y Tres. Yo conozco la empanada, la nostalgia y el vaso de vino, chileno, de los Sábados, mitad vino, mitad lágrimas.

2555. En Australia canto y canto. Conozco a la familia Vargas, a la familia Retamal, y me enamoro de nuevo.

2556. Mil Novecientos Ochenta y Cinco. Los equipos de seguridad del gobierno chileno revisan mi equipaje al salir, y al regreso. Pero ya estoy acostumbrado y no les tengo miedo.

2557. Escribo y canto: "Y si me cierran la puerta ya me han crecido las alas para volar, por la tierra, sin temor a la distancia..."

2558. Mil Novecientos Ochenta y Siete. Por el camino limpio, abierto por mi canto, muchos artistas populares viajan por el planeta llevando un pedazo de la Patria en la voz y en las guitarras.

2559. Yo sé que cuando puedan, los chilenos, regresar, no volverán.

2560. Eso me duele, pero yo lo sé y así será. Ha pasado mucho tiempo.

2561. Mil Novecientos Ochenta y Nueve. Una parte de esta obra fue escrita en este viaje. Estamos todos viejos, de años y de ausencias. Pero en la Patria han ocurrido algunas cosas.

EL TIEMPO (2)

2562. Mil Novecientos Ochenta y Ocho. El General llama a un plebiscito y le pregunta al pueblo si lo quieren a no.

2563. El pueblo le responde con un NO indesmentible. Con un NO valiente y militante. Con un NO disciplinado y serio. Con el NO con que comienza la palabra NOsotros.

2564. El General se desconcierta. Planea desconocer el resultado de las urnas, Pero uno de los miembros de la Junta Militar (léase la trizadura) desbarata sus planes diciendo en la televisión, textualmente: "Para mí está claro: ganó el NO."

2565. De nada sirvió la reunión posterior, a eso, ni ninguna otra. El próximo año habrá elecciones, Chile tendrá un Presidente elegido por el pueblo y un Parlamento también elegido por voluntad popular.

2566. Yo canto ante un millón de personas que inauguran la nueva etapa que vivirá el país.

2567. Pero una madre pregunta, todavía: "¿Podrá alguien, devolverme a mi hijo?
¿Me dirá alguien, dónde está mi marido?"


2568. Yo canto y canto. Camino por Chile y canto. Escribo este cuento y canto.
(Continuará...)

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