2496. Anoto, en este cuento, que las secuelas dejadas por aquella barbarie que vivió todo un pueblo se manifiestan y se manifestarán, por mucho tiempo, de infinitas maneras.
2497. Mi caso, por ejemplo, es uno de otros miles.
2498. Con los ojos vendados, amarrado de manos, tendido boca abajo
en un piso de piedra, escuché que sería fusilado en el acto si no cooperaba con
el nuevo Gobierno.
2499. Debería hablar de nombres y lugares, de armas, de
explosivos, de planes de exterminio.
2500. Y yo me preguntaba ¿Cómo puede un fulano hablar de algo
irreal? ¿De algo inexistente?
2501. Una mente enferma había ideado todo aquello.
2502. Mientras me preparaban para el interrogatorio puse mi
pensamiento en el cielo y en mi madre. Oré callado y le pedí que borrara, para
siempre, todo nombre, toda fecha, todo acontecimiento, todo lugar, de mi
recuerdo. No porque un nombre, una fecha, un acontecimiento o un lugar, fueran
delitos, sino porque podrían hacer de mis palabras el punto de partida para
imputarle cargos a más de uno, que era tan inocente como yo, o como todos los
que estábamos presos a lo largo y ancho de la Patria.
2503. Yo no sabia que jamás volvería a recordar.
2504. Pido, entonces, perdón desde estas líneas, a todos aquellos
que se han acercado a mí, durante tantos años, y yo no he sabido quién es,
dónde lo he visto, qué relación tuvimos, ni siquiera si es que la tuvimos.
2505. No podía explicarles la razón. Ni ahora puedo. Tengo una
extraña amnesia que no me permite recordar, memorizar nombres, lugares, números
de teléfonos, etc.
2506. Así quedé lisiado amigo mío.
2507. ¿Recobraré, alguna vez, la hermosa facultad de recordar?
2508. A veces intento cantar los nombres de mis viejos compañeros
de colegio, por ejemplo. De mis profesores. De mis amigos niños y descubro, con
pena, que no puedo.
2509. Esa es la razón por la que no te reconozco cuando me das un
abrazo, pasando por la calle, y me preguntas cosas o nombras a mi padre.
2510. No hay otra razón.
EL TIEMPO.
2511. Pasa el tiempo y aparece el brazo armado de la Resistencia.
2512. El pueblo se defiende y se organiza en Centros Comunales, Clubes Deportivos, etc.
2513. Los estudiantes, de la enseñanza Media, dejan sus juegos, sus fiestas, sus pasatiempos juveniles y salen a la calle.
2514.
Salen a pedir una pequeña esperanza para el inexistente mañana que les
ha prometido la autoridad diciéndoles que son el futuro de Chile.
2515. Profesores sin trabajo, o con sueldos miserables. Ingenieros sin trabajo. Médicos perseguidos, obreros condenados, etc.
2516.
En Lonquén se encuentran los cadáveres de gentes con el cráneo
perforado por una única bala disparada en la nuca por mano criminal.
2517. El gobierno dinamita el lugar.
2518.
En Antofagasta un General declara ante los jueces y se retira de las
filas, asqueado, después de haber denunciado los fusilamientos de
Calama.
2519. El Gobierno ordena ocultar aquellos hechos.
2520. Gente de la Policía Secreta asalta un Banco, se lleva los millones, y vuela con dinamita a sus cómplices civiles.
2521.
El Gobierno atrapa a los culpables y los fusila, con gran despliegue de
publicidad, pero enmascarados de tal manera que nadie puede verles la
cara
2522. Una ministra renuncia a su cargo después de haber visto, dice, en New York a uno de los supuestos fusilados.
2523. El Gobierno guarda silencio.
2524. Muere, asesinado, Tucapel Jiménez, dirigente Sindical.
2525.
Tres profesores son secuestrados, desde el mismo colegio donde
prestaban servicios, y aparecen, bárbaramente degollados a la orilla de
un camino.
2526. Una Patrulla Militar empapa con bencina a un par de jóvenes y les prende fuego.
2527. Uno muere pero su compañera queda viva, sale del país, y la historia escapa de las manos que todo la ocultan.
2528. El Gobierno se ve obligado a reconocer algunas "irregularidades".
2529.
El Tirano se fabrica una Constitución Política a su medida y nos obliga
a ir a las urnas a emitir un voto, para aprobar, lo que llamó,
acertadamente, "Su" Carta Fundamental.
2530. Así se supone, entonces, hoy, que Chile entero está de acuerdo con todo lo que él propone.
2531. (Demás está decir que los votos los contó él mismo encerrado, con sus secuaces, en su casa).
2532. El pueblo sale a la calle y protesta.
2533. En las Poblaciones de Santiago se queman neumáticos viejos y se gritan consignas contra el Régimen.
2534. El pueblo es apaleado y los cuarteles vuelven a llenarse de presos.
2535. Eduardo Frei Montalva habla en El Teatro Caupolicán y su voz le suena a esperanza a todo un pueblo. Luego enferma y muere.
2536. Caen las torres de alta tensión. Santiago queda a oscuras.
2537. Arturo Alessandri descalifica a los Gobernantes, les retira su apoyo y muere.
2538. Un Fiscal Militar hace equilibrio, en la cuerda de la Ley, y se gana el repudio de todo el país.
2539.
Uno de los miembros de la Junta Militar, ante una acusación de
asesinato, declara que si se prueba la participación más mínima de
alguno de sus hombres él renunciará a todos sus cargos.
2540. Se prueba y el General Director se va.
2541.
Algunos años antes el Jefe de la Junta sacaba de su cargo a otro de sus
socios y llamaba a retiro a once Generales para ascender, al puesto que
quedaba vacante, a aquel que mejor armonizara con su idea inarmónica.
2542. De ese modo la Junta Militar quedaba partida en dos y esta trizadura mostraría sus efectos con el correr del tiempo.
2543.
Los artistas prendíamos otro crespón de luto, en nuestra bandera de
luz, y pulsábamos guitarras y guitarrones para cantar la muerte de la
mujer de un folclorista amigo y así yo escribía: "Margarita de la Paz"
que cayó acribillada, abrazada a uno de sus hijos, acusada, por sus
asesinos, de cometer suicidio.
2544. La gente de la calle ya no creía en nada.
2545. Sale un Ministro. Entra otro Ministro. Sale otro Ministro y el único que no sale es el que debería salir.
2546. Yo viajo por el mundo abrazando chilenos que están en el lugar justo donde no deberían estar.
(continuará...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario