Victor Villarreal - Roberto Parra - Tito Fernandez |
34. En el viejo Valparaíso encontré a un hermano. Un hermano de canto y de aventura. Con él compartí las viejas calles y las añejas canciones, repetidas de bar en bar, todas las noches.
35. Víctor Villarreal Romanni: Levanto mi voz para cantar tu
nombre y desde donde esté, mi alma te bendecirá por todo lo que hiciste algún
día. Los cantores de tiempo, que cantan a este Puerto, deben agradecerte por
haber sido testigo de cómo nace un compañero de lucha y por haberle dado, a
este recién nacido, tu amor de hermano también recién nacido.
36. Algún día tocarán a tu puerta y te preguntarán. Perderás tu
anonimato, bello, y tal vez te emborraches, como todos, con el llamado triunfo
efímero y mortal.
37. Te pido perdón, hoy, por todo eso que te va a ocurrir y me
culpo, en parte, de ese estado de cosas.
38. ¿Te acuerdas de la vieja escalera del Hotel Uruguay? ¿Te
acuerdas de sus camas? ¿De sus mariposas, nocturnas, que nos daban en besos
todo su tesoro?
39. ¿Te acuerdas de sus cuerpos vendidos, regalados, que eran, un
poco, nuestros porque ellas se daban a nosotros tal vez para soñar que eran
madres o novias?
40. La vida tiene color a cielo, azul, mientras escribo, a media
tarde, y te veo guardando las monedas para comprarme un trozo de carne y
celebrar mi veintitrés cumpleaños, una noche
41 Así aprendí, de ti, la palabra cariño y la atesoré por muchos
años repitiendo tu gesto en lugares del mundo por donde hoy día ando y canto.
42. Víctor Villarreal Romanni: Serás mi hermano, por los siglos de
los siglos, mientras un verso mío exista sobre la faz de la tierra, escrito,
cantado o pensado por algún ser viviente con rasgos o sin rasgos humanos.
(Continuará...)
(Continuará...)
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