Tus besos son como pequeños suspiros,
ellos calan hondo en mi,
cada vez que siento
la piel de tus labios en los míos.
El pequeño roce de esa textura
hace que mi piel se erice...
Mientras la suavidad de tu aliento
Mientras la suavidad de tu aliento
trastorna mis sentidos.
Ansiosa saboreo tu deliciosa boca,
y succiono lenta y pausadamente tu lengua,
que intrusa,
recorre cada espacio de mi portal.
Quiero morderte, quiero besarte,
quiero lamerte, quiero robarte,
quiero... amarte...
No quiero prudencias, ni sobresaltos,
No más cautela, ni moderación...
Y ahí el miedo recorre mi cuerpo
que inevitablemente siente
que calas en mis huesos,
es que ya no quiero más
que sólo tus besos.
Sentir que no hay nada que limite
la sensualidad de este contacto,
la pasión de este encuentro.
La alegría se escapa de mi mirada
y brota en cada movimiento.
Me he llenado de brillo y emoción,
y voy perdiendo el control.
Embriágame con tu locura
y deja que mis labios
sean diferentes a tantos besos,
tanta demencia, tantos amores
...y tanto vacío...
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