Cuando desperté esa mañana, sentí el calor de tu piel en mi piel y vi tu espalda desnuda respirando, tranquilo, pausado... Sentí la brisa de la mañana entrar por mi ventana... y el silencio, acompañar nuestros latidos... cerré mis ojos y recordé que era lo que tanto anhelaba para mi vida... y había olvidado...
Quedé en silencio observando lo que ocurría, no quería que despertaras, no quería que esto acabara... habían sido días de magia y colores que no conocía... de instantes fugaces y momentos eternos... me acerqué a ti, sigilosa, necesitaba abrazarte, porque quería saber que eras real y que no te volvería a perder...
Ese día nos recostamos y casi no hubo palabras... no las necesitabamos... era suficiente con sentir nuestros latidos al mismo compás y el calor de nuestro cuerpo fundido en un abrazo dulce y calmo... Fue en ese instante, cuando nada mas podía hacer que esperar un adiós, me regalaste lo mas preciado... tu tiempo... al decir: Me quedo...
Y aquí estas, fundido en mi alma, regalándome cada segundo, cada sueño, cada consuelo, la fuerza de seguir andando y la calma para resistir la distancia que nos pone a prueba día a día... y sabes? No siento distancia, no siento tristeza, no siento vacío, no siento carencias... Solo cierro mis ojos y recuerdo que cada día es uno menos para estar juntos para siempre...
Cada paso recorrido hicieron que aprendiera algo nuevo... solo que en mi porfía no veía la verdad...
Ya no es solo dar, es aprender a recibir y a sentir que todo lo que era una utopía hoy existe... Porque estuviste en los momentos mas duros que viví sin tener porque... Porque con una mirada y un abrazo me diste fuerza para continuar...
Porque sin pedir nada me diste todo...
SIN PEDIR NADA me diste TODO....
y eso es suficiente para amarte sin mesura,
ni miedos, ni pudores...
Después de 20 años vuelves a mi lado y me regalas tu abrazo... tu vida... tu confianza... tu verdad... tu amor... tu corazón... y llenas todo mi mundo gris, sombrío, roto y vacío... de colores mágicos, remiendas mis trizaduras, haces latir mi corazón que se había convertido en piedra, me das alas para volar a lo mas alto, esperanzas renovadas, fe infinita y AMOR... sin que nada te pida, sin pedirme nada mas que una mirada...
Te doy mi vida envuelta en sonrisas y todo todo todo mi AMOR... Pues eres, fuiste y seras único en mi existencia...
Había que vivir todos estos años para poder liberarnos del karma y volver a ser, luego de mil años, tan solo uno...
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