No se como te quise ayer
pero si se hoy como te podre amar mañana,
en esta lejanía que existe ahora,
en silencios sin ausencias,
en tus brazos que hoy es el nido
donde se refugian mis sueños,
escapando de soledades y cansancios,
agazapados entre tinieblas,
para saber que estoy viva,
entendiendo que te tengo,
en esta impaciencia del corazón,
que en cada latido te llama
y responde, ardiente, tu limpia mirada.
Volcando ilusiones,
abrazando esperanzas,
mientras el tiempo,
cómplice de la impaciencia,
va acortando distancias.
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