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martes, 18 de octubre de 2016

NI UNA MENOS


Es tan devastador y terrorífico pensar en cada violento asesinato a niñas, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, a las de nuestro género... y veo como todas estamos honrádolas, pidiendo justicia y rogando por que acabe este eterno miedo de salir sola a la calle y ya no contar con nuestros compañeros, que se suponía eran nuestros protectores y se convirtieron en nuestros agresores...

Leo a padres con horror, escuchando de sus propias esposas y madres, que a sus hijas también les va a tocar, por que es cierto, a todas nos ha tocado alguna vez....
Leo a mujeres y hombres unidos en una causa... educar a nuestros hijos en amor, solidaridad, compasión y libertad...
Entonces leo, con dolor en el alma, exigir pena de muerte... llegar a convertirnos en asesinos también, para exigir justicia...
Ese ese el camino?
Muerte por muerte? Ojo por Ojo y Diente por Diente... 
No se supone que es : Amaos los unos a los otros, como a ti mismo... (?)
No habrá un castigo mejor? Un VERDADERO CASTIGO y no aliviarles la vida, matándolos?
Y me pregunto si acaso la castración y amputación de manos, miembros y pies, y marcarlos en la frente, para siempre... no será, acaso un castigo mejor? Pues van a vivirlo hasta el último día de su existencia... pero es igualmente violento...
Asesinar nos hace iguales...


Que opinas tu?



Y no solo con nosotras... también con los que optan por vivir su vida diferentemente.. transgénero, hombres, gay, lesbianas, animales, seres vivos.... Nuestra naturaleza.....



No tengo palabras...


jueves, 29 de septiembre de 2016

La Serpiente......


Un hombre vio cuando una serpiente estaba muriendo quemada y decidio sacarla del fuego, pero cuando lo hizo, la serpiente lo mordió. Por la reacción  del dolor, el hombre la soltó y el animal cayo nuevamente en el fuego y se estaba quemando renuevo, El hombre intento sacarla otra vez y otra vez la serpiente lo mordió. Alguien que estaba observando se acerco al hombre y le dijo:
-Disculpe, pero usted es terco!! No entiende que todas las veces que intente sacarla del fuego va a morder?

El hombre respondió:
- la naturaleza de la serpiente es morder, y eso no va a cambiar la mía, que es AYUDAR .
Entonces, con la ayuda de un pedazo de hierro, el hombre sacó la serpiente de fuego y salvó su vida.

NO CAMBIES tu naturaleza si alguien TE HACE ALGÚN DAÑO no pierdas tu esencia; sólo toma precauciones.
Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.

Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque tu conciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que piensan los demás de ti. Y lo que piensan los demás, no es tu problema... Es problema de ellos.

(unknown...)

martes, 13 de septiembre de 2016

He Contado


“He contado mis años y he descubierto que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivido hasta ahora...
Me siento como aquel niño al que regalan una bolsa de caramelos: los primeros se los come feliz, pero, cuando se percata de que quedan pocos, comienza a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, en las que se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se conseguirá nada.
Ya no tengo tiempo para soportar personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para perderlo con mediocridades
No quiero estar en reuniones donde desfilan ‘egos’ inflados.
No tolero a los manipuladores ni a los aprovechados.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos.
Detesto, si soy testigo, los efectos que genera la lucha por un cargo importante.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos, si acaso...
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Con pocos caramelos en la bolsa...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reírse de sus errores.
Que no se vanaglorie con sus triunfos.
Que no se considere elegida antes de tiempo.
Que no eluda sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee únicamente caminar al lado de la verdad y de la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena vivirla.
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los duros golpes de la vida, le han enseñado a crecer con suaves caricias a su alma.
Sí… tengo prisa… para vivir con la intensidad que nada más que la madurez puede dar.
Pretendo no malemplear ni tan solo uno de los caramelos que me quedan.
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que me he comido hasta ahora.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres estimados, y con mi conciencia.
Deseo que la tuya sea la misma, porque, de cualquier manera, también llegaras..." EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS"
Mario Andrade (1893 - 1945)
(Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño)

miércoles, 31 de agosto de 2016

Bravo!!!


Y con un poco de, entre temor y ansiedad, volví al origen, volví al comienzo, un poco.... 
Quería llamar a todos y cada uno para abrazarlos y sonreír.. para mirarlos a los ojos y decirles cuanto los extraño... Mas guarde para mañana ese intenso instante de amor... 
Necesitaba enfocarme en uno solo... el tuyo... el de mi padre... y volcar en el, todo lo que necesitaba... Y nos vimos a los ojos, y nos hicimos uno en un abrazo enorme y único, de esos que no quieres que se terminen nunca... Y fui tan, pero tan feliz... y te vi sonreír de emoción y amor... Que hermoso es sentir ese amor tan perfecto, tan único, tan cálido, tan desinteresado... Y hablamos como si nunca hubiese pasado el tiempo... hermosamente perfecto...
Y te vi sobre el escenario, rodeado de miles y miles de personas gritando tu nombre, aplaudiendo tu legado, cantando contigo y coreando cada canción... 
Y te vi emocionado en la escena... como jamas había sido... porque pusiste todo tu corazón sabio, abierto para dar y recibir lo que un Maestro merece, el amor inconmensurable de un publico emocionado con el recuerdo de sus padres, abuelos, familias, ellos mismos, en una voz, en un aplauso que aun eriza mi piel... 
Fue mágico estar ahi con todos mis hermanos, sobrinos, familia, amigos y mas... 
Y ser parte de tu emoción y felicidad.. 
Agradezco cada segundo compartido contigo, cada palabra replicada, cada abrazo sostenido, cada sonrisa en cada mirada... T
an poco tiempo, pero suficientes para darme mas ganas de seguir adelante y ser mejor... cada día mejor... 
Familia hermosa como los amo.. desde el mas viejo, hasta el pequeño sobrino-nieto... 
Como si nunca hubiese pasado el tiempo, decíamos, mi hermana y yo, disfrutando a nuestro padre amado... es que nunca nos hemos dejado de sentir, decía el... es que siempre hemos estado uno al lado del otro... 
Y se logro el objetivo... darte luz carnala mia.. eres una guerrera como todos nosotros y por eso sonrío, porque el amor infinito se sintió en cada segundo compartido...

No tengo palabras para decir lo emocionada que aun estoy, que aun me siento... Y lo feliz de haber estado ahi, junto a todos y cada uno de los nuestros.. Estar ahi para ver el mas hermoso gesto de amor de la familia entera. 

Ya llegara el tiempo de volver con mas calma a seguir el camino del reencuentro y las miradas sentidas......

Te Cero hasta el infinito... 

lunes, 22 de agosto de 2016

VIVE


La Madre Naturaleza nos hace despertar del letargo... siempre. 

Nos molesta justo ahí donde mas nos incomoda.... y así nos hace recordar que somos efímeros... que un soplo de vida, tan solo, somos... 

Y aun que cada día, intentamos ser agradecidos del hoy, aquí y ahora... nos suficiente con tan solo pensarlo y decirlo y creer que lo sentimos... debemos cerciorarnos y hacernos conscientes que es así... 

La vidas es un hermoso pasaje donde esta escrito, por seguro el primer y ultimo día, y los que hayan entremedio, debemos dibujarlos con colores y amor... 

Entonces no queda mas que sonreír y seguir adelante agradecidos por estar vivos, cada segundo... 


lunes, 1 de agosto de 2016

LA CARMELA.




768. La Carmela vino de Puerto Montt y se lió conmigo cuando éramos apenas niños.

769. En estos versos breves (ella da para un libro) quiero darte las gracias, por abandonarlo todo y acompañar esta inquietud que te dejó sola tantas veces y te llevó, en otras, por los más increíbles senderos de esta historia.

770. Y tú aguantaste todo. Hasta la vejación de ser objeto en la casa que nunca tuvimos.

771 Durante muchos años, estuviste a mi lado. Me diste varios hijos y aceptaste a los que yo te traje de algún lugar lejano.

772. Creo que fuiste más mi madre que mi madre. ¿Será posible eso?

773. Desde estas líneas (hoy que no estamos juntos) te saludo con respeto. Una vez más me fuí ¿Te habrás acostumbrado a eso?. Yo escribo este poema y debo confesarte que, a veces, me hace falta tu mano señalándome la senda porque tú la conoces más que yo.

774. Sin embargo estoy vivo, aprendiendo y escribiendo. Me veo con los hijos de ambos y también con los otros. A veces te veo unos minutos y me pregunto cosas.


775. La Carmela vino de Puerto Montt y se lío conmigo cuando éramos, apenas, unos niños.

(Continuara...)

lunes, 11 de julio de 2016

EL NORTE (Partiendo...)



EL NORTE.

180. La Calera fue sólo Estación de pasada, en aquel año de 1965, cuando abordamos un tren, mi compañero y yo, decididos a viajar hacia el Norte, siempre hacia el Norte, la tierra de la Luz.

181 Yo nunca había visto un tren pequeño, de “TROCHA ANGOSTA” le llamaban.

182. Eran trenes que se perdían, por semanas enteras, en el inmenso desierto que yo no conocía.

183. Así decían todos los que habían viajado a buscar, en el Norte, lo que hay en todos lados.

184. El tren llevaba carros de pasajero y carga de modo que no había horario de parada.

185. Yo venía del Sur, desde los trenes grandes, así que no imaginaba demorar varios días en llegar a Coquimbo que también era Puerto, pero un Puerto distinto al que llevaba mi alma.

186. Comenzó a desaparecer el verde. Aparecieron los cactus y las piedras, Unas cabras que mordían, no sé qué, entre las rocas y los burros montados por un niño y cargados de leña.

187. Llegó la noche fría, el hambre y la sed. Los otros pasajeros llevaban provisiones: agua, huevos duros, sándwiches, mucha fruta. Nosotros tiritábamos y procurábamos pensar, en el duro destino que nos dolía en medio del estómago.

188. Villarreal, como siempre, tuvo la mejor idea: ¿y qué tal la guitarra? ¿Serviría esta vez?
Cantamos, despacito, cuatro viejas canciones que hablaban de nostalgias y de amores perdidos.

189. Alguien nos aplaudió y se acerco a nosotros con un vaso de vino. Luego vinieron otros. Cantamos animados por el vino chileno, luego nos ofrecieron presas de pollo frío y después de comer, hablar de tiempos idos, con aquellas personas que nunca más he visto, nos quedamos dormidos y la vieja guitarra, compañera querida, también durmió, a mi lado, abrazada conmigo.

                                       COQUIMBO.

190. Dos días de rodar y estamos en Coquimbo.

191. En la Pensión “La Estrella” descansamos, los huesos, en una cama blanda, de sábanas zurcidas, que recibió mi cuerpo con la fresca caricia que yo necesitaba para seguir entero.

192. La octogenaria dueña nos trató como a hijos, en la Pensión “La Estrella” del Puerto de Coquimbo.

193. De nuevo estaba el mar con su orilla de espuma bordado en blanco encaje por un hada madrina.

194. Bañados, descansados, salimos muy contentos a caminar las calles de ese pequeño Puerto.

195. Un Cormorán, alado, como en Valparaíso, raudo, sobre las olas, vigilaba a sus hijos.

196. Antes que fuera noche buscábamos trabajo.

197. La idea era emplearnos de artistas permanentes. No volver a los bares, como hasta allí había sido.

198. Así llegamos hasta “La Coquimbana”. Una Quinta de flores donde nos emplearon.

199. Trabajo, el primer día, conseguimos mostrando una fotografía que una vez nos tomaron cuando en Limache pueblo fuimos contratados, esta vez como “artistas” y jamás nos pagaron.

200. Pero quedó la foto así es que algo ganamos y, esta vez, en Coquimbo fue nuestra gran ayuda.

201. El dueño dijo: ¡canten! y nosotros cantamos. No pedíamos más sólo que nos oyeran.

202. Nos teníamos fe y así tenía que ser. Para andar este oficio no existe otra manera.

203. Se empieza dando pruebas y se sigue en lo mismo hasta grabar un disco, o algo parecido.

204. Después “El Tropicana”, boite de trago y vicio, donde nos dieron todo, desde un sueldo hasta un plato de comida porteña que nos sabía a gloria y que hubiese durado, quien sabe mucho tiempo, si este Villarreal y sus líos de faldas no hubiesen terminado, de golpe, con la historia.

205. Huimos de Coquimbo, de la “Pensión La Estrella”, por una estrecha ventana, con un garzón amigo que era de Copiapó y huimos, escondidos, debiéndole a la pobre viejita octogenaria los días de pensión y el valor de la cama.

206. Así me hice ladrón, viajando a La Serena, sin un solo centavo, apenas un pasaje, de bus, en el bolsillo. No sé qué es Copiapó, sólo sé que es el Norte.

207. El Norte, más al Norte. Sabein Saavedra, amigo, nos llevó de la mano por aquellos caminos, hasta ese Copiapó pueblo desconocido.

208. En Coquimbo quedó mi primera ilusión de encontrar compañera para esta vida errante. No recuerdo su nombre, (lo buscaré en mi Diario).

209. Yo no sabía, entonces, que un hombre sin mujer no encontrará su Norte, por mucho que lo busque, y si lo encuentra, dicen, no servirá tampoco.

210. Es la Ley natural que yo no conocía y que estaba aprendiendo de tanto andar y andar.

211. A las seis de la mañana, estando en La Serena, los cientos de campanas de las tantas iglesias, me avisaron que el día llegaba y ya era tiempo de seguir el camino hacia el seco desierto.

212. El tiempo de aventura tenía sol y luna. Respiré muy profundo, el aire, esa mañana. Pensé en mi añeja vida y me lancé a la calle con la vieja guitarra que me diera mi madre.

213. Yo sería cantor, algún día. Por eso no importaba sufrir. Sólo estaba aprendiendo para cantar la vida.

COPIAPÓ.

214. Copiapó me pareció muy seco. Con árboles enormes en la plaza. Pero todo estaba lleno de tierra, mucha tierra, y había olor y sensación a falta de agua.

215. Aprendí que Juan Godoy, alguna vez descubrió unos yacimientos minerales y que el hombre, en su ambición, emigró hacia esos lugares y fundaron Copiapó, tierra desierta de mineros y cerros.

216. Nosotros nos hicimos cantantes del “Rosal”, dominios del “Marqués”, donde nuestras camisas empezaron a verse viejas y un poco desteñidas.

217. ¿Por qué nunca alcanzaba el dinero ganado? Ya éramos “artistas, no “mangueros” de bar, pero había problemas que nunca imaginamos.

218. En el mundo del bar todo era como era. No había que sonreír si uno no quería y la gente pagaba si el canto le gustaba y la meta era, apenas, un plato de comida.

219. De “artista” era distinto. Todo era aparentar. Mendigar por un sueldo, de sobra merecido, y había que defenderse de un mundo de enemigos que crecía y crecía si éramos aplaudidos.

220. El éxito es la muerte, o la guerra eterna. No hay paz, honestidad, todo es mentira, todo. En el fondo del alma se quedó la verdad, aplastada, doliente, doliente y aplastada.

221. Nos pusimos muy serios, incluso nos peleamos, por cualquier tontería, varias veces al día. Hasta que decidimos continuar nuestro viaje. El tiempo nos había causado dos heridas.

222. Como el dinero no sobraba (más bien faltaba) pagamos la pensión con una pistola (¿?) y nos fuimos de Copiapó camino a Antofagasta. 

223. No es muy común pagar el alquiler con un arma de fuego, pero así se iba haciendo esta  vida, atípica,  que tengo.

224. En Copiapó dejé otra madre. Una mujer humilde que me quiso mucho y de la que guardo un eterno recuerdo.

225. Estábamos entrando en el desierto. Atrás quedaba Copiapó, su plaza, sus pimientos y la oscura profecía del sacerdote negro.

226. Algún día, después de esta aventura, te hablaré del Cerro de la Cruz y todo eso.

(Continuara...)

jueves, 7 de julio de 2016

Welcome to USA Mami

6, Julio, 2016, Miami Airport.
Que mejor regalo que tener a tu madre contigo... 
Han pasado 3 años desde la ultima vez que nos abrazamos, en Santiago de Chile, cuando nos dijimos taaantas cosas sin decir nada... pensé "pronto te podré traer conmigo... llevarte a volar y conocer un poco del mundo..." 
Y aquí estamos... en mi hogar, en el hogar que he construido con mi compañero, ese de otros tiempos...  
Que emoción mas dulce fue verla llegar... darnos un abrazo único, suave, dulce, profundo y tan sentido... 
No hay mejor abrazo que el de tu madre... no hay mejor beso que el de aquella que ha dado todo por verte feliz... no hay mejor charla que esa pendiente...
No tengo palabras para describir lo que siento... es una paz inmensa y una calma que no sabia que tenia... 
Me siento casi completa... tan solo me falta abrazar a mi padre... y mirarlo a los ojos y decirnos "TE CERO... "

Los Cero, papis amados... 

Gracias mamita, por venir desde tan lejos, a darme este abrazo tan dulce y lleno de amor desinteresado... y a regalarme mas sonrisas...

Hoy me toca a mi regalarte lo que mereces y mucho mas... verte alegre... verte disfrutar... verte llena de vida... mirarte sonreír... Hacerte Feliz...

Te mereces tanto tanto mas ..........

lunes, 4 de julio de 2016

ME VOY DEL PUERTO...



EL PUERTO Y LA MESA.

164. Una Merluza frita, acompañada de una verde ensalada de lechugas, es un poema de mar y sal en este Puerto.

165. Y un trozo de Congrio Colorado, rociado con jugo de limón (también frito en aceite) generoso de carne rosada y blanca, de un vaso de vino acompañado, blanco como la carne, o rosado como la tarde, huelen y saben a la vida del mar.
166. Yo amo los Erizos y los Piures, mezclados en un plato, con un poco de pimienta sal y aceite amarillo, cebolla en cuadraditos y cilantro traído desde la Feria, verde.

167. Te cuento todo esto por si un día te preguntan: ¿Qué comía el poeta cuando estaba en el Puerto? (¿?)

168. A veces una jaiba, de patas y más patas, era tesoro, dulce, embadurnando manos, bigotes y demases, mientras reía el alba y era hora de irse.

169. Sin embargo nunca me fuí Estoy aquí, esperando mi turno de zarpar de esta vida para atracar en el muelle, celeste, donde sueltan el ancla los barcos que se van y se desaparecen.

170. Yo no nací ni barco ni marino... pero puedo aprender.



ME VOY DEL PUERTO.

171 Pido perdón por hablar de este Puerto nocturno, bohemio y único.

172. De día debe ser diferente pero no tuve la oportunidad de saberlo. Había que esperar que se cayera el sol al mar y entonces, recién, enfilábamos los pasos hacia el destino diario.

173. Nunca pude extender la mano para pedir dinero. Sólo podía cantar.

174. Pero Villarreal sí podía y, mientras yo cantaba, sentado sobre una mesa, la canción favorita del negocio de turno, extendía la mano, recogía las monedas y era una especie de tesorero, activo, que recogía bien, gastaba bien y repartía bien.

175. Un día decidimos irnos hacia el Norte. Hicimos la maleta con un par de zapatos, dos pantalones pobres, dos camisas negras, un blanco pañuelo para el cuello y la vieja guitarra.

176. Yo me despedí del viejo Puerto con una lágrima grande
y, esta vez de día, abordamos un tren hasta Calera.

177. Los cerros, alumbrados por el sol, eran de un verde diferente y las casas tenían las ventanas brillantes.

178. De nuevo me fuí y de nuevo no me fuí Aunque el tren rodara miles de kilómetros, hacia el desierto, mi corazón se quedaba adherido a una roca, junto al mar, en el eterno Valparaíso que no podré olvidar mientras viva.

179. Porque no existe, en el mundo, una calle - escalera que conduzca hasta el cielo como en el viejo Puerto donde los hombres te dan la mano para siempre.


EL NORTE.

180. La Calera fue sólo Estación de pasada, en aquel año de 1965, cuando abordamos un tren, mi compañero y yo, decididos a viajar hacia el Norte, siempre hacia el Norte, la tierra de la Luz.

181 Yo nunca había visto un tren pequeño, de “TROCHA ANGOSTA” le llamaban.

182. Eran trenes que se perdían, por semanas enteras, en el inmenso desierto que yo no conocía.

183. Así decían todos los que habían viajado a buscar, en el Norte, lo que hay en todos lados.

184. El tren llevaba carros de pasajero y carga de modo que no había horario de parada.

185. Yo venía del Sur, desde los trenes grandes, así que no imaginaba demorar varios días en llegar a Coquimbo que también era Puerto, pero un Puerto distinto al que llevaba mi alma.

186. Comenzó a desaparecer el verde. Aparecieron los cactus y las piedras, Unas cabras que mordían, no sé qué, entre las rocas y los burros montados por un niño y cargados de leña.

187. Llegó la noche fría, el hambre y la sed. Los otros pasajeros llevaban provisiones: agua, huevos duros, sándwiches, mucha fruta. Nosotros tiritábamos y procurábamos pensar, en el duro destino que nos dolía en medio del estómago.

188. Villarreal, como siempre, tuvo la mejor idea: ¿y qué tal la guitarra? ¿Serviría esta vez?
Cantamos, despacito, cuatro viejas canciones que hablaban de nostalgias y de amores perdidos.


189. Alguien nos aplaudió y se acerco a nosotros con un vaso de vino. Luego vinieron otros. Cantamos animados por el vino chileno, luego nos ofrecieron presas de pollo frío y después de comer, hablar de tiempos idos, con aquellas personas que nunca más he visto, nos quedamos dormidos y la vieja guitarra, compañera querida, también durmió, a mi lado, abrazada conmigo.


(Continuara...)

miércoles, 29 de junio de 2016

NOCHE Y DIA ;PTO. DE VALPARAISO



NOCHE Y PUERTO.

137. Armando Canales ha muerto. Se fue con su coca, y sus putas, al infierno. (En el cielo se hubiera aburrido como ostra). No hay patente de “Boite” en el mentado cielo.

138. El “American Bar” y sus muñecas rubias (teñidas, por supuesto, pero rubias al fin) con su show de piluchas, de bikinis brillantes. Ese era el Puerto de antes. ¡ESE ERA EL PUERTO DE ANTES!

139. La noche tenía más habitantes que el día. Armando Canales era uno de aquellos reyes de esa bohemia, loca, que no se detenía.

140. Jamás se detenía la bohemia del Puerto pues, a puerta cerrada, se bailaba de día. Los marinos no saben de horarios ni rutinas cuando bajan del barco a saborear la vida.

141 Tal vez todo era triste y todos lo sabían, más, para no morirse, cada cual se mentía y sonaban los besos y las copas vacías se llenaban de versos, con la guitarra mía.

142. Viejo Puerto, ¡te amo! Te amo, todavía.


EL DÍA Y EL PUERTO.

143. Valparaíso amaneció brumoso esa mañana. Muy temprano las nubes desplazaron las brumas y otras nubes a esas y se agitó el océano y desde el cielo, oscuro, se desplomó la lluvia.

144. Cayó sobre este Puerto, bajó las escaleras, se llevó algunas casas en torrentes gigantes que roncaban más fuerte que el mar.

145. Inundó una vez más, este Puerto sufrido. Se ahogaron cien madres y no sé cuántos hijos. Valparaíso sabe de la furia del viento, de la naturaleza cruda, desatada y feroz.

146. Pero, después de todo, el Puerto maltratado, lavadas sus heridas, comenzaba de nuevo, sin rendirse, jamás, ni a la furia del viento que ha querido llevarse, desde siempre, a este Puerto.

147. Es que Valparaíso, hace falta en el mundo. Para entender de cosas, que la gente olvidó. Sus bellos volantines, en el mes de Septiembre, son un ejemplo, vivo, de lo que el Puerto tiene.

148. Son mágicas sus calles, sus edificios viejos, sus casas en el cerro, milagrosas, etéreas. Los vestidos floridos, sus hermosas mujeres, de piernas esculpidas por el correr del tiempo, como bellas estatuas hijas de la escalera que de niñas las vio formarse, así, perfectas.

149. Yo le canto mis versos a este Puerto, querido, mientras el Siglo Veinte se acaba, irremediablemente.

150. La nueva juventud jamás podrá entender que era mágico el Puerto y que de cada estrella, cada noche, nos cuidaba algún hermano habitante del cielo que volverá, algún día, a habitar este cuento.
151. La raíz de la vida, que emergió de las aguas, recupera sus ramas en estas latitudes.

152. Ven a Valparaíso, un día. Uno solo, y trata de encontrar a quien se te parece. Siempre junto al mar está tu hermano. Ya es tiempo de que empieces a saber de estas cosas, mañana te harán falta para vivir el Tiempo de la Luz.

DEL PUERTO Y DE SUS COSAS.

153. Pido perdón por cantar a este Puerto nocturno porque casi no lo caminé de día.

154. (Como no fuera en las madrugadas, saliendo el sol, cuando, de regreso a nuestra casa ocasional, soñaba con mi tiempo de artista).

155. Yo sabía que algún día mi canto recorrería el mundo. Tal vez por eso me aferré a la cercanía de los barcos y a su muda promesa de llevarme lejos.
156. ¿Has puesto tu atención en las roncas sirenas cuando estremecen las rocas, la construcción humana, y ordenan, perentorias, el vuelo de las gaviotas y el agitar de pañuelos, de seda, temblorosos?

157. La mole de hierro y de cordel se despega del muelle y los marinos, sudorosos, atienden su faena.

158. Hay olor a brea, y a petróleo, y una mancha de aceite, queda flotando en el agua, para que todos sepan que el hombre estuvo allí.

159. Pero otros vendrán. La mancha de aceite también se habrá ido, navegando, y algún pez morirá contaminado.

160. ¿Qué instrumento toca el hombre en esta sinfonía?

161 Una gaviota muerta, de alas en la arena, me cuenta, silenciosa que es él, quien desafina.
162. Y eso me duele, adentro, y quiero comunicarme con mis semejantes para que juntos afinemos esta orquesta y nos sumemos a la Magna Obra que compuso el Creador para que sea interpretada, eternamente y cada día.

163. Puerto de Valparaíso: Desde la cumbre, de alguno de tus cerros, levanto mi voz para pedir, a todos, cordura. Nada más.  

(continuara...)